Diciembre, lejos de ser un mes de paz, es el momento en que millones de animales son sacrificados en el Perú.

Según el MIDAGRI, en diciembre de 2023, se sacrificaron alrededor de 1.6 millones de pavos para las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.

Estos animales nacen exclusivamente para satisfacer el consumo de fin de año y pasan toda su vida en espacios reducidos, sin poder comportarse de manera natural.

En los galpones, la densidad es extrema, con 6 hembras y 3.2 machos por metro cuadrado, lo que los mantiene hacinados y sufriendo.

Además, los hacen crecer rápido en poco tiempo, lo que sobrecarga sus órganos y al no poder moverse, mueren. Pero el sacrificio de aves no se limita a los pavos.

En Perú, el consumo per cápita de pollo en 2024 alcanzó 47.3 kg anuales, lo que nos ubica entre los mayores consumidores de este animal en Sudamérica, solo superados por Argentina y Brasil.

Aunque no hay cifras exactas para las fiestas, se estima que cerca de 32 millones de pollos son sacrificados solo en diciembre.

Según las cifras, en diciembre de 2023 se sacrificaron aproximadamente 70 millones de aves, incluidas todas las especies de consumo.

La violencia de esta temporada afecta también a los cerdos, cuya demanda se incrementa en un 50% en comparación con el promedio mensual.

En diciembre de 2023, se sacrificaron 362 mil cerdos. Esta realidad es visible en mercados y camales.

Otras especies también padecen esta demanda: en diciembre de 2023 se sacrificaron 207 mil carneros y corderos, 111 mil vacas, toros y terneros, y 32 mil cabras.

Las fiestas de fin de año representan, para muchos animales, violencia y muerte más que “paz y amor”.

Este año puedes ayudar a cambiar estas cifras eligiendo una alimentación basada en plantas. No es solo una reflexión; es una urgencia.

¡Tú puedes hacer la diferencia! ¿Cuándo empezarás?