¿Conoces lo que realmente ocurre en la industria de los lácteos?

7 de mayo

Redacción ARBA.

Muchas personas no tienen conocimiento sobre las prácticas inhumanas que ocurren para llevar leche, queso y otros productos lácteos a los anaqueles de los supermercados. En el siguiente artículo, se hablará sobre la realidad de una granja lechera y el sufrimiento que los animales padecen.

La industria láctea está construida sobre la explotación de las vacas. Para que estas produzcan leche, deben pasar por un ciclo de embarazo y parto continuo. Poco después del nacimiento, sus crías son arrebatadas. En el caso de que sean hembras, sufrirán el mismo destino que sus madres, y si son machos, son asesinados para la industria cárnica. Este proceso se repite año tras año, dejando a las vacas exhaustas y mentalmente devastadas.

Las condiciones de vida para las vacas en las granjas de leche suelen ser precarias y muy poco higiénicas. Son forzadas a estar paradas en su propio excremento la mayoría del tiempo, lo que puede llevar a infecciones dolorosas y debilitantes. También son objeto de abuso físico, ya que se les pica y golpea para que se muevan o produzcan más leche.

Otra de las prácticas atroces en la industria láctea es el uso de hormonas y antibióticos. Se les da a las vacas estas sustancias para aumentar la producción de leche y prevenir enfermedades. Sin embargo, pueden tener graves efectos secundarios tanto en las vacas como en los humanos que optan por consumir su leche. Las hormonas están relacionadas con el cáncer de mama y otras enfermedades, mientras que los antibióticos pueden llevar al desarrollo de bacterias resistentes a estos medicamentos.

La industria láctea no es sólo cruel con los animales sino que también perjudica en mayor medida al medio ambiente. La producción de leche requiere aproximadamente 628 litros de agua por solo 1 litro de leche. A diferencia de la leche de vaca, las bebidas de soya o avena utilizan 28 y 48 litros de agua por litro de bebida producida respectivamente. Los residuos producidos por las vacas también contribuyen a la contaminación del aire y el agua. (1)

La buena noticia es que todos podemos hacer algo para marcar la diferencia. Esto implica elegir un estilo de vida vegano. Al eliminar los productos lácteos de nuestras dietas, podemos reducir nuestra contribución al sufrimiento de los animales y al daño hecho al medio ambiente. Existen muchas alternativas deliciosas a base de plantas que reemplazan la leche, el queso y demás productos derivados. Estas alternativas pueden ser igual de sabrosas e incluso más saludables.

En conclusión, la industria láctea se basa en la explotación y la crueldad. Al elegir vivir un estilo de vida vegano, podemos hacer un impacto positivo en el mundo y ayudar a poner fin al sufrimiento de los animales. Todos podemos hacer nuestra parte para hacer del mundo un lugar mejor para todos los seres vivos.

 

 

Referencias:

Shahbandeh, M. (2022) Volume of water to produce a liter of milk by type 2018, Statista. Available at: https://www.statista.com/statistics/1092652/volume-of-water-to-produce-a-liter-of-milk-by-type/ (Accessed: April 21, 2023).

 


Receta vegana:

Flan aromático

Ingredientes:

Caramelo:

  • 230 gr de Azúcar

Flan:

  • 1 lata de leche de coco
  • 1 lata de leche de soya
  • 100 ml de Agua
  • 100 gr de Azúcar
  • Ralladura de 1 naranja
  • 5 vainas de cardamomo
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • ½ Cucharada de Almidón de maíz (maicena)
  • 2-3 cucharitas de Agar Agar en polvo

Preparación:

Para hacer el caramelo, poner en una olla a fuego bajo los 230 gramos de azúcar hasta que se empiece a disolver. Mueve suavemente la olla hasta que la mezcla adquiera un color caramelo dorado. Retirar del fuego y vierte el caramelo en un molde para flan o en moldes individuales.

En una olla de fondo grueso poner la lata de leche de soya y calentar por unos minutos; agregar las semillas de cardamomo molida y la ralladura de naranja. Reservar.

Mezclar la leche de coco con azúcar, maicena y agar agar. Agregar a la mezcla anterior y llevar a fuego medio a hervor moviendo constantemente, luego bajar el fuego por un par de minutos sin dejar de mover.

Vierte la mezcla sobre el molde o los moldes individuales.

Refrigerar por 4 horas o toda la noche.

Para servir puedes calentar un poco el fondo el molde sobre agua caliente y desmoldar sobre un plato.

Editado por:
Editado por:Patricia Castañeda
@nunaqumir
Directora de Investigación
y Políticas Alimentarias