La indignante realidad que no vemos: las jaulas de gestación para cerdas en el Perú
25 de marzo
¿Imaginas pasar todo tu embarazo sin poder moverte? Así son las jaulas de gestación para cerdas: tan estrechas que no pueden ni darse la vuelta.
Detrás de esta práctica normalizada que afecta a más de 150,000 cerdas gestantes en el Perú cada año, existe un mundo de sufrimiento y crueldad.
Ya que estas estructuras, hechas con barras metálicas, impiden a las cerdas realizar comportamientos naturales como caminar y moverse.
Esto a pesar de haber estudios científicos que demuestran cómo puede generar problemas de salud, contribuyendo a la pérdida de masa muscular, osteoporosis y aparición de úlceras y llagas en la piel, así como a la propagación de enfermedades.
Además, el confinamiento genera altos niveles de estrés y ansiedad en las cerdas.
Uno de los aspectos más angustiantes es la separación temprana de las crías. Puesto que no pueden expresar su instinto maternal y cuidar a sus bebés.
Situación que se vuelve más indignante sabiendo que existen alternativas a las jaulas, como sistemas de alojamiento grupal que les permiten moverse libremente y cuidar de sus crías.
Lamentablemente esta historia se repite una y otra vez en sus vidas. Ya que son inseminadas repetidamente hasta que dejan de ser útiles para la industria.
Al final todos estos bebés y sus madres se convierten en simples cifras.
En el Perú, el consumo per cápita de carne de cerdo osciló entre 10 y 10.2 kilogramos en 2023, y se estima que seguirá creciendo.
Es momento de hacer justicia para ellas. Detengamos esta barbarie.