La estadística oculta: la muerte de animales en números
25 de setiembre
El amor por la comida es un factor que nos une a todos, pero ¿conocemos realmente la realidad que se oculta detrás de cada plato elaborado con productos de origen animal? Se estima que más de 70 mil millones de animales son criados y sacrificados anualmente para satisfacer las demandas de la industria alimentaria.
Esta cifra no incluye a los peces, los cuales no se contabilizan individualmente, sino en toneladas, como si se tratara de un simple producto. De acuerdo con las estimaciones, una persona puede llegar a consumir hasta 7,000 animales a lo largo de su vida, lo que incluye aproximadamente 2,400 pollos, 11 vacas, 27 cerdos, 80 pavos, 30 ovejas y 4,500 peces.
Según datos de la FAO, anualmente se sacrifican alrededor de 324 millones de bovinos, 72 mil millones de pollos y gallinas, 1,300 millones de cerdos, 602 millones de conejos, 630 millones de pavos, y 82 millones de toneladas de peces y otros animales marinos a través de la acuicultura. No obstante, no existen cifras precisas sobre la cantidad de peces extraídos directamente del mar.
La ONU, por su parte, indica que la ganadería industrial sacrifica una cantidad de animales cada año que es ocho veces mayor que la población total de la Tierra. Pero esto no es todo. La FAO proyecta que, para el año 2027, el consumo de carne a nivel mundial alcanzará los 38 kilogramos por persona anualmente.
El panorama futuro es aún más inquietante. Se estima que, para el año 2050, con una población mundial proyectada de 9,600 millones de personas, la demanda de carne aumentará en un 73%, y la de leche en un 58%, lo que implicará el sacrificio de millones de animales para el consumo humano.
Aunque estas cifras puedan parecer lejanas o abstractas, es crucial comprender que detrás de cada número hay un ser vivo que ha sufrido, que ha luchado por su vida y que ha formado vínculos con otros de su especie.
La próxima vez que te sientes a disfrutar de una comida, reflexiona sobre el costo real de lo que estás consumiendo. El futuro de los animales está en nuestras manos, y la decisión sobre qué comer puede marcar una diferencia. Elige un plato que no cause sufrimiento ni muerte.