El aumento de precios por la inflación ha afectado a los productos de origen animal. Durante la pandemia, las proteínas alternativas tuvieron un aumento sin precedentes en las ventas y la financiación. Así mismo, las preocupaciones mundiales sobre la seguridad alimentaria y el impacto climático han impulsado aún más este desarrollo. Este es uno de los principales hallazgos del reporte ‘The Untapped Climate Opportunity in Alternative Proteins’ de Boston Consulting Group (BCG) y Blue Horizon.

El reporte presenta los resultados de una encuesta realizada a más de 3.700 consumidores en siete países (China, Francia, Alemania, España, los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido y los Estados Unidos) sobre sus razones para probar proteínas alternativas.

Las tres cuartas partes de los encuestados mencionaron que su principal motivación para consumir proteínas alternativas es una dieta más saludable. Por otro lado, más del 30 % de los consumidores afirma que cambiarían completamente sus dietas a proteínas alternativas si creyeran que hacerlo tendría un impacto positivo en el clima.

En Perú, más del 50% de peruanos reconoce que este es un mercado en crecimiento, y que tiene efectos positivos en el medio ambiente y los animales, revela un estudio de Equilibrium.

De acuerdo con BCG y Blue Horizon, los consumidores ven las proteínas alternativas de forma positiva: el 76 % de los encuestados conoce dicho mercado y aproximadamente nueve de cada diez dijeron que les gustan al menos algunos de estos productos. Esto se replica en Perú, donde, como indica Protteina Foods, una de las mayores distribuidoras de productos veganos, cada vez hay más “flexitarianos” (personas que tratan de incorporar alimentos basados en plantas a su dieta, en reemplazo de otros como la res o el cerdo).