Una exposición fotográfica recuerda los pendientes que tenemos en el Perú con los animales de granja

ARBA 2023

Este lunes 2 de octubre, se celebra a nivel mundial el “Día de los Animales de Granja”.  Por tal motivo, se llevó a cabo una Exposición Fotográfica en la sala Luna Pizarro del Congreso de la República, con el título “Ocultos”, que exhibió la obra de la reconocida fotógrafa canadiense Jo-Anne McArthur.

Esto ha sido posible gracias al trabajo conjunto de ARBA y la plataforma We Animals Media, con el apoyo de la  congresista Sigrid Bazán. 

Lo revelado en las fotos da cuenta de cuánto nos falta por mejorar las regulaciones para asegurar el bienestar de animales de granja, que son sometidos a tratos crueles por las exigencias de la industria intensiva.

Sin embargo, las fotos también muestran a estos bellos seres sensibles, disfrutando de la naturaleza donde despliegan toda su juguetona conducta natural.

Cabe recalcar que en otros países ya existe un gran avance en las leyes sobre la crianza de los animales de granja, tanto por motivos éticos, como por salud pública, dado el estrecho vínculo entre el estrés animal y la proliferación de enfermedades zoonóticas, como la influenza aviar o la gripe porcina. Esto sin mencionar la resistencia bacteriana por el suministro frecuente de antibióticos, cuyos rastros también son consumidos por las personas que eligen alimentos de origen animal.

Iselda Livoni, presidenta y fundadora de ARBA resaltó que “aún hace falta mucha sensibilización para que la gente comprenda la interdependencia existente entre la salud humana y la salud de los animales, que coexistimos en un mismo ecosistema. Enfoques como el de “Una Sola Salud”, que promueven entidades como la OMS o la FAO, son claves para este entendimiento”.

A su vez, la congresista Sigrid Bazán recordó que se encuentra en discusión un proyecto de ley en la comisión agraria del Congreso, que plantea la prohibición gradual de las jaulas inmovilizadoras para cerdas, que aún usa la industria durante la gestación y lactancia, que representa la mayor parte de sus vidas. Así se les impide desarrollar cualquier conducta natural e, incluso, caminar o girar. “El PL no exige que las liberen para pastorear, sino sólo que les permitan moverse naturalmente. Creemos que aunque es un derecho de los animales, hay mucha humanidad en ello”, enfatizó.