Por Ernesto Acosta, bachiller de nutrición.

A lo largo de nuestras vidas hemos escuchado repetidas veces que los alimentos de origen animal son esenciales para una alimentación balanceada. Hoy en día, se sabe que una alimentación basada en plantas bien planificada es adecuada para cubrir todos nuestros requerimientos nutricionales y vivir una vida saludable. Adicionalmente, puede ayudar a prevenir ciertas enfermedades crónicas, cuidar del medio ambiente y lo más importante, evitar la explotación animal. Aunque la mayoría de personas aún incluyen alimentos de origen animal en su dieta, hay varias razones por las cuales es importante optar por no consumirlos.

Preocupaciones éticas: Algunas personas pueden tener preocupaciones éticas con respecto a la manera en que se crían, se sacrifican y se tratan a los animales en la industria alimentaria. Esta industria vulnera el derecho de los animales de vivir una vida plena, manteniéndolos en condiciones antihigiénicas, donde no pueden movilizarse y sufren altos niveles de estrés, desde el día de su nacimiento hasta el momento en el que mueren. El veganismo es una forma de evitar apoyar estas prácticas consideradas inmorales.

Beneficios para la salud: Una dieta basada en plantas puede ser más saludable para el cuerpo ya que estas dietas suelen ser ricas en fibra, antioxidantes y fitoquímicos, y pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas. Al contener una mayor cantidad de alimentos ricos en fibra, ayudan a disminuir el colesterol, proporcionan una mayor sensación de saciedad y pueden contribuir a evitar el sobrepeso u obesidad.

Impacto ambiental: La producción de carne y productos lácteos tienen un impacto ambiental significativo, incluyendo la deforestación, la contaminación del agua y la tierra, y el cambio climático debido al metano emitido por el ganado. La industria ganadera es uno de los principales productores de gases de efecto invernadero y reduciendo o eliminando el consumo de productos de origen animal, se puede contribuir positivamente al cambio climático.

Costo: El consumo de carne y productos lácteos puede ser costoso, especialmente cuando se compran productos orgánicos y de granja. Los alimentos básicos para tener una dieta a base de plantas balanceada son en su gran mayoría más baratos y de fácil acceso para la población general.

Productos alternativos: Cada día es más fácil adoptar una alimentación a base de plantas ya que muchas empresas están optando por ofrecer productos que reemplazan a la carne. En los supermercados se puede encontrar ahora una mayor variedad de productos a base de leguminosas que tienen un sabor y textura similar al de la carne. Lo mismo sucede con los productos lácteos. Ahora podemos encontrar una amplia variedad de leches, yogures o quesos vegetales que pueden reemplazarlos perfectamente. Además, la cantidad de restaurantes que incluyen en sus menús comidas a base de plantas, o que ofrecen un menú 100% vegano, es cada vez mayor.

En conclusión, no consumir alimentos de origen animal puede ser una opción para aquellas personas que tienen preocupaciones éticas, buscan beneficios para su salud, contribuir al cuidado del medio ambiente, disminuir gastos o innovar en la cocina. Independientemente del patrón alimenticio que uno decida seguir, es importante recordar que este debe ser bien planificado para no generar deficiencias o trastornos de conducta alimentaria